lunes, 14 de marzo de 2011

Entonces te miré y supe que ibas a matarme. Que no tendría una muerte digna, unas últimas palabras, un adiós. Supe que desebas matarme, que disfrutarías haciéndolo y que no habría un futuro arrepentimiento. Supe también que no me defendería y sentí pena por ti. Difícil de comprender, me ibas a matar y yo te tenía lástima. Pero no pude evitarlo. No lo hice incluso cuando vi tus intenciones, tu mirada, tu mano con el arma. Seguía sintiendo lástima cuando clavaste lenta, dolorosamente tu cuchillo en mi cuerpo. Pero no hubo dolor, solo tristeza. Ganaste una vez más la batalla.
Esta vez la paloma no se equivocó, tú la asesinaste.

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho^^ aunque si vas a hacer lo de escribir mini-historietas que al final sean parte de un todo, márcalo o algo, solo para no estar perdidos y saber cuales pertenecen a la trama de las que publicas.

    Solo quería dar este pequeño consejo, nada más x)

    (y leerte claro está)

    ResponderEliminar